Dicen
que quien no arriesga no gana, y desde luego que fundar una empresa es uno de
los mayores riesgos que se pueden correr en la vida, pero también una de las
aventuras más bonitas. En el año 2011, en plena crisis económica y financiera
en España, nació Clerhp, una ingeniería especializada en el diseño, cálculo y
asistencia técnica para la estructura de todo tipo de edificios.
Muchos
podrían pensar que era una locura crear una empresa dedicada al sector de la
construcción y la arquitectura cuando la burbuja inmobiliaria acababa de
estallar, si bien Clerhp nació con un as debajo de la manga, un valor
diferencial que le daría su principal ventaja competitiva. La idea de negocio
de la compañía supone una vuelta de tuerca al sector de la ingeniería
tradicional al caracterizarse por sus proyectos llave en mano, es decir, Clerhp
tiene presencia en toda la cadena de valor, lo que permite depurar todo el
proceso y asegurar un crecimiento sostenido.
La
otra clave de la empresa para sobrevivir era diversificar su cartera y dar el
salto al otro lado del charco, aprovechando que en Latinoamérica está todo por
hacer en el sector de la construcción y la ingeniería, ya que se trata de
sociedades muy jóvenes que han empezado a generar riqueza hace muy poco y
tienen mayores necesidades habitacionales que en España y Europa.
La
idea, el concepto y la estrategia eran claros, pero había que encontrar la
manera de ponerlos en marcha, es decir, financiación. Y esa es la parte más
complicada para una PYME hoy en día. En el caso de Clerhp se empezó poco a
poco, con rondas de financiación privadas hasta lograr el apoyo de Business
Angel, esa figura que actúa como “padrino” de empresas que están empezando al
dotarles no solo de financiación, sino también de asesoramiento, consejo y
aliento para seguir adelante. Esa cercanía inversora quedó en el ADN de Clerhp
y, desde entonces, se intentó conseguir socios con la misma filosofía.
Aunque
también se recurrió a la banca tradicional, el primer gran paso vino cuando
conseguimos el apoyo de ENISA, la sociedad pública creada para financiar
proyectos empresariales que considera viables y también innovadores. Lograr
este apoyo supone un doble refuerzo, porque significa que una entidad
dependiente del gobierno considera el proyecto realista y, a la vez,
disruptivo, con un componente diferente que le hace destacar sobre el resto.
ENISA ya ha concedidos tres créditos participativos a Clerhp y, a día de hoy,
es un apoyo clave para el grupo.
El salto al alternativo; un paso natural
Tras
haber recorrido ese camino y haber logrado llevar la marca Clerhp a Bolivia y
Brasil, hace dos años se abrió una nueva posibilidad: dar el salto al Mercado
Alternativo Bursátil (MAB) y convertir a Clerhp en una empresa cotizada. Se
trataba de una decisión que podía cambiar el rumbo de los acontecimientos y a
la propia empresa, algo que había que meditar muy seriamente, ya que es una de
las decisiones más importantes en la historia de una compañía
Y
la apuesta de Clerhp fue clara desde el principio. Cotizar en este segmento de
la bolsa española dedicado a empresas en expansión era la mejor alternativa
para la empresa, ya que actualmente se encuentra inmersa en un proceso de
crecimiento y expansión internacional que requiere del apoyo de inversores
acostumbrados a tratar con firmas que estén viviendo el mismo proceso que
nosotros. Compañías jóvenes que quieren salir de su zona de confort y despegar
para llevar su negocio disruptivo a todo el mundo.
Porque
no se trata de encontrar solo inversores que aporten capital, se trata de
encontrar socios, compañeros de viaje que, además de financiación, aporten
experiencia y una nueva visión para que la empresa crezca. Es decir, volver a
la filosofía del Business Angel que es vital para las PYMES.
En
los meses que Clerhp lleva cotizando, además de lograr financiación –lo que ha
permitido el desembarco en Paraguay, entre otros hitos-, la compañía ha
conseguido ganar visibilidad, ya que ahora tiene status de cotizada –algo que
se valora mucho en los mercados internacionales- y genera un interés
público.
Además,
cotizar en el mercado aporta otro tipo de valores: transparencia, rigurosidad y
claridad en la comunicación con el propio mercado y los inversores. Cotizar en
bolsa es una responsabilidad, y como tal hay que cumplir con unas normas que, a
la larga, benefician a la propia empresa.
Desde
la perspectiva de Clerhp, salir al MAB ha sido una de las mejores decisiones
que hemos podido tomar. Saltar a bolsa imprime en una compañía un sello de
calidad que de otro modo es muy difícil conseguir. Además, pone a la compañía
en órbita, al descubrirla ante los ojos de la comunidad inversora y de su
propio sector. Y eso es algo que a día de hoy no tiene precio.
Juan Andrés Romero
Presidente de Clerhp*
*Clerhp
Estructuras
es una ingeniería especializada en el diseño, cálculo y la asistencia técnica
de estructuras de todo tipo de edificios que ofrece servicios llave en mano.
Fundada en 2011, uno de los principales valores añadidos de la firma está en el
know how de su ingeniería, adquirida gracias al importante crecimiento
inmobiliario vivido en España durante los años 90. Si bien este periodo estuvo
acompañado de múltiples excesos, Clerhp se ha hecho un nombre propio en el
sector al desarrollar un modelo de negocio y financiero que depura todo el
proceso. Con presencia en España, Bolivia, Paraguay y Brasil, la expansión
internacional es uno de los pilares en su estrategia de crecimiento, siendo su
principal objetivo los mercados con alto potencial de crecimiento debido a una
estructura poblacional joven. Entre sus cifras destacan 4,7 millones de
ingresos en 2015 del grupo, lo que supone una mejora del 34% con respecto al
ejercicio anterior. Más información en
http://www.clerhp.com