FOCUS

domingo, 1 de febrero de 2009

Hay momentos en los que las tareas, proyectos, llamadas, y demás quehaceres de nuestra actividad diaria pueden amenazar con saturarnos. Si no tenemos claro cómo reaccionar ante estas situaciones de estrés podemos colapsar nuestra actividad y no distinguir lo importante de lo urgente haciendo que cada vez la bola se haga más grande.

Para evitar esas situaciones (o para salir de ellas) es bueno contar con una serie de costumbres que nos ayuden a lidiar con esa acumulación. Del Blog Hábitos Vitales trascribo a continuación algunos puntos que quizá ayuden, si los ponemos en práctica, a centrarnos y a sacar las tareas de forma eficaz:

  1. Apaga inputs no esenciales. ¿Realmente necesitas tener internet activado cuando estás haciendo bocetos para tu próximo diseño en Photoshop? Es más fácil ser disciplinado si apagas posibles ladrones de atención.
  2. Pon un límite de tiempo para la ejecución de una tarea. Quizás no es necesario que la tarea sea ejecutada a la perfección, puede ser que solo el comenzarla sea suficiente.
  3. Deja de pensar demasiado y céntrate en el ahora. Pensar nunca puede reemplazar a la acción, resulta más fácil si te tomas 2 minutos para respirar bien y luego empezar a trabajar con cualquier tarea, lo importante es crear un flow.
  4. Enfócate en una tarea por vez. No te dediques a la multitarea, harás las dos cosas (o las tres) mal. Mejor hacer una cosa bien, pero intenta evitar obsesionarte para lograr la perfección, la mayoría de las veces no es necesaria.
  5. Identifica las tareas esenciales. Para sentir que has tenido un día productivo, mejor realizar una tarea crítica para la progresión de tus objetivos principales en vez de dedicarte a varias tareas. Tenemos días buenos y días malos. Hay que reconocer cuándo tenemos un día malo, posiblemente hacer sólo una tarea, ya es un éxito.
  6. Enfócate en lo positivo. Muchas veces cuándo estamos estresados, es fácil empezar a pensar en una manera negativa. Cuando vivimos emociones negativas, tenemos una tendencia a no ver el bosque por los árboles. Cuándo se encuentra en un estado positivo, nuestra atención y enfoque es más afinada.
  7. Distingue entre lo urgente y lo importante. ¿Estás dedicando tu tiempo a apagar fuegos o dedicas tu tiempo a moverte hacia el logro de tus objetivos? No malinterpretes algo urgente como algo importante. ¿Quizás ni siquiera hay que realizar esa tarea urgente, que pasaría si lo dejas pasar?