CUANDO POR FIN CREÍ QUE ERA EMPRESARIA.

miércoles, 21 de enero de 2015

Hoy os presentamos un artículo de nuestra asociada Diana Marín de Oliveira, segunda premiada del XXII Concurso de Proyectos Empresariales que convoca cada año el Ayuntamiento de Murcia y en el que colabora AJE Región de Murcia. En él podréis conocer qué supuso para ella ganar este premio y qué ha ido experimentando hasta alcanzar su éxito actual con su proyecto empresarial El Sabor Encaja.



"Cuando por fin creí que era una empresaria". Diana Marín de Oliveira, asociada AJE Región de Murcia. El Sabor Encaja.


Tras de dar muchas vueltas en mi vida, después de estudiar dos carreras y trabajar para una empresa me di cuenta que esa no era la vida que me gustaba. Mi cabeza iba más rápido de lo que me dejaban hacer y los horarios “ordenados” me frustraban. Siempre quise tener un trabajo que me diera libertad, y con eso no me refiero a tener tiempo libre pero si libertad a decidir y libertad para elegir los caminos que quería seguir.

Un día por fin di el paso junto con María. Se nos ocurrió la idea de juntar varios de los productos de Murcia en un packaging especial. Al final quedamos muy satisfechas con el diseño y muy convencidas de que el producto final merecía la pena y de que el nombre que lo representaba iba acorde al producto EL SABOR ENCAJA. El primer paso es el más difícil porque se mezclan las preocupaciones propias de un negocio con las dudas del tipo “cómo lo voy a financiar, cómo voy a afrontar ciertos imprevistos, estaré yendo por el lugar correcto”. Si hay algo que un emprendedor tiene que tener claro es que si cree en el proyecto no se tiene que dejar vencer por el miedo. Es importante tener la valentía de dar ese primer paso. Si hoy en día algo puede sobrevivir es el ingenio y si lo tenemos hay que explotarlo.

Todo estuvo muy pensado y muy meditado antes de lanzar la empresa. Lo que no sabía es que aun hacían falta muchas más cosas que desconocía por mi falta de experiencia en el mundo empresarial. Llevar una empresa es algo muy complejo y los inicios muy duros. Un mes tienes muchas ventas, otro casi ninguna y mantener un equilibrio es muy difícil. Además a pesar de las horas que le dedicaba había gente que me preguntaba que en qué trabajaba y no sé si por una excesiva humildad o por no terminar de creérmelo decía “estoy montando una empresilla”…

A los meses de funcionar hubo un punto de inflexión y tuve que continuar con este proyecto en solitario. Otra vez llegó el miedo pero pudieron más las ganas de seguir con esto. Trabajé mucho para poner un poco de orden, hacer protocolos de trabajo, conseguir herramientas para poder crecer y saber cómo actuar en el caso de que me hicieran un pedido grande pero me faltaba una cosa importante: una opinión objetiva sobre El Sabor Encaja.


Fue entonces cuando me presenté al concurso de Proyectos empresariales del Ayuntamiento. Quedarme segunda fue sin duda una gran noticia. El reconocimiento a todo el esfuerzo fue mi mayor recompensa y cómo no la dotación económica que hace que pueda acelerar el poner en marcha algunas ideas que había dejado aparcadas por falta de presupuesto. Y sobre todo me ha dado el empuje necesario para atreverme a decir por fin que TENGO UN EMPRESA Y SOY EMPRESARIA.

Diana Marín de Oliveira, asociada AJE Región de Murcia. El Sabor Encaja.