Hoy os presentamos un artículo de nuestra asociada Diana Marín de Oliveira, segunda premiada del XXII Concurso de Proyectos Empresariales que convoca cada año el Ayuntamiento de Murcia y en el que colabora AJE Región de Murcia. En él podréis conocer qué supuso para ella ganar este premio y qué ha ido experimentando hasta alcanzar su éxito actual con su proyecto empresarial El Sabor Encaja.
"Cuando por fin creí que era una empresaria". Diana Marín de Oliveira, asociada AJE Región de Murcia. El Sabor Encaja.
Tras de dar
muchas vueltas en mi vida, después de estudiar dos carreras y trabajar para una
empresa me di cuenta que esa no era la vida que me gustaba. Mi cabeza iba más
rápido de lo que me dejaban hacer y los horarios “ordenados” me frustraban.
Siempre quise tener un trabajo que me diera libertad, y con eso no me refiero a
tener tiempo libre pero si libertad a decidir y libertad para elegir los
caminos que quería seguir.
Un día por
fin di el paso junto con María. Se nos ocurrió la idea de juntar varios de los
productos de Murcia en un packaging especial. Al final quedamos muy satisfechas
con el diseño y muy convencidas de que el producto final merecía la pena y de
que el nombre que lo representaba iba acorde al producto EL SABOR ENCAJA. El
primer paso es el más difícil porque se mezclan las preocupaciones propias de
un negocio con las dudas del tipo “cómo lo voy a financiar, cómo voy a afrontar
ciertos imprevistos, estaré yendo por el lugar correcto”. Si hay algo que un
emprendedor tiene que tener claro es que si cree en el proyecto no se tiene que
dejar vencer por el miedo. Es importante tener la valentía de dar ese primer
paso. Si hoy en día algo puede sobrevivir es el ingenio y si lo tenemos hay que
explotarlo.
Todo estuvo
muy pensado y muy meditado antes de lanzar la empresa. Lo que no sabía es que
aun hacían falta muchas más cosas que desconocía por mi falta de experiencia en
el mundo empresarial. Llevar una empresa es algo muy complejo y los inicios muy
duros. Un mes tienes muchas ventas, otro casi ninguna y mantener un equilibrio
es muy difícil. Además a pesar de las horas que le dedicaba había gente que me
preguntaba que en qué trabajaba y no sé si por una excesiva humildad o por no
terminar de creérmelo decía “estoy montando una empresilla”…
A los meses
de funcionar hubo un punto de inflexión y tuve que continuar con este proyecto
en solitario. Otra vez llegó el miedo pero pudieron más las ganas de seguir con
esto. Trabajé mucho para poner un poco de orden, hacer protocolos de trabajo,
conseguir herramientas para poder crecer y saber cómo actuar en el caso de que
me hicieran un pedido grande pero me faltaba una cosa importante: una opinión
objetiva sobre El Sabor Encaja.
Fue entonces
cuando me presenté al concurso de Proyectos empresariales del Ayuntamiento. Quedarme
segunda fue sin duda una gran noticia. El reconocimiento a todo el esfuerzo fue
mi mayor recompensa y cómo no la dotación económica que hace que pueda acelerar
el poner en marcha algunas ideas que había dejado aparcadas por falta de
presupuesto. Y sobre todo me ha dado el empuje necesario para atreverme a decir
por fin que TENGO UN EMPRESA Y SOY EMPRESARIA.
Diana Marín de Oliveira, asociada AJE Región de Murcia. El Sabor Encaja.