“No permitas que el trabajo te impida ganar dinero. Un bolsillo lleno te dará de comer, una agenda llena no.”
Esta sencilla frase debería quedar grabada en la memoria de muchos empresarios y ser recordada con frecuencia. En los tiempos que corren, los consultores nos encontramos a muchos empleados, autónomos, profesionales, directivos e incluso empresarios que llenan su agenda de cosas no siempre prioritarias, ni siquiera relevantes.
No se trata tanto de un ejercicio de procastrinación como de una reacción ante la tensión del negocio. Tener la agenda ocupada es una forma de mantener la cabeza alejada de los problemas y genera una -a veces falsa- sensación de tranquilidad.
Es fundamental por lo tanto en los tiempos duros mantener un enfoque férreo hacia la eficiencia tanto de los recursos económicos y materiales como del tiempo, uno de los recursos más valiosos de las empresas hoy día.
Así que replantéate tu agenda de mañana, la semana y mes que viene. Busca ineficiencias, mide el valor añadido real de tus tareas y toma medidas: abandona las actividades poco productivas y céntrate en generar valor, o mejor aún en generar caja: vender, ejecutar trabajo y cobrar.
Hazlo con la tuya en primer lugar y sigue con la de tus colaboradores más directos y resto de empleados: Sé despiadado con el uso del tiempo de todos. Os irá mejor.
Inspirado por Carmen M. ¡Gracias!